Oh.
No hay desidia
sin deshonra.
sin deshonra.
Ni caricia mejor
que tu lengua.
que tu lengua.
Ni sabor más
salado
salado
que el de tu oleaje,
desembarque
desembarque
de pesqueros.
No hay mejor
naufragio
que el de tus piernas abiertas
como hilos
de farolas.
de farolas.
Ni transeúntes
distraídos.
distraídos.
Ni campos.
Ni amapolas.
Ni amapolas.
Todo es agua bendita
en el cáliz del pecado.
En noches
más oscuras
que negras.
En siluetas
que fraguan
a la izquierda
de mi cama.
Marta, me encanta! Visual y rítmicamente es genial!
ResponderEliminarSi está muy bien y desde el punto de vista rítmico perfecto, se echan de menos poemas con ritmo, ahora todos son prosas poéticas.
ResponderEliminarSaludos Marta
Antonio Freud
Coño, que Brossa te has puesto... Me gusta, me gusta... Y mira que no soy yo mucho de estas cosas.
ResponderEliminarHermoso y caricia de aroma inaudito.
ResponderEliminar¡Menos mal que eres una "poeta de pacotilla"! Me encanta tu aire, tu rápido estilo, directo, vivo...y los caligramas estilo Apollinaire...
ResponderEliminar¡Gracias por compartir tu desvergonzado y abierto arte!
Sigue siendo estudiante y poeta de pacotilla...¡Nos sobran las Rosalias! Un abrazo y un beso.