mis pinceles
26.1.10
Esbozos y cenizas
Silencio sepulcral. El humo de cigarrillos a medio apagar era lo único que, insolente, se movía. Durante toda la escena se encontraron abandonados en un cenicero repleto de colillas, consumiéndose muy lentamente. El reloj no paraba de insinuar a los presentes que las horas pasaban y el silencio seguía, tan sepulcral. En aquel momento, alguien alzó la voz. Era él, el hombre de 20 años, el que una vez, de pequeño, soñó con ser poeta. Él escondía cuadernos repletos de poesías en los cajones, vergonzoso de haber escrito tantas palabras abstractas y metáforas sin sentido. Siempre tuvo miedo a volar y, ahora, tiene miedo a dejar de hacerlo. Pero ha llegado la hora. El hombre de 20 años ha caído en picado, se ha estampado contra el suelo y se ha ido arrastrando poco a poco hasta llegar a aquella mesa para contarlo todo: la poesía se muere. Él se muere. La vida real ha derrumbado el monte Parnaso.
21.1.10
Prozac made in Spain
Yo me río de mis pies y su lentitud,
de monarcas motoristas,
de la sangre derramada en cunetas
y asesinos gobernantes,
de caciques en ciudades costeras,
de iletradas voces del pueblo,
de la vida escupiendo prozac
por las aceras.
20.1.10
Malvenida, mrs. Marta
He vuelto. He vuelto con fuerza,
Con el hálito entero que suspira,
Con el verso valiente que se queja
De dolores mundanos, que inspira.
He vuelto y no me voy de vuelta.
Me quedo. Y me pierdo de nuevo
En los enjambres, en los suburbios
Que rompen condones y amor,
En las palabras sueltas sin sentido,
En el sentir atado a las palabras,
En mí. En mi gran mierda infeliz.
He vuelto. Y no me voy a ir.
19.1.10
Hastío
Yo tenía una amiga
Que se llamaba Soledad.
Se pasaba todo el día
Enterrando muertos y sombras,
Sobras de la indiscreción,
Soledades de liturgia.
Y una noche demasiado oscura
Rodó por la escalera y cayó
En el hastío de la lágrima,
Suturó versos con sangre,
Envidia a carne viva,
Y mi amiga Soledad
Se fue. Y ahora estoy sola.
18.1.10
Pillaje
en un bar de carretera.
Mirada que muda de ropa,
fuego inerte en las aceras
que transita; miel y abeja
que con zumbidos atrae
billetes y lágrimas de bolsillo
y se mojan los dedos y decae
la piel y la arruga vertical
se muestra.
Hay demasiado rencor
y muy poca escuela.