Luz nocturna que atraviesa
la inmundicia del delirio:
la palabra sea tu presa.
Eres un peatón más del mundo,
un invisible espectro,
un holograma,
un tren que pasa a lo lejos,
de madrugada.
La vida es sólo muerte.
Son tus ojos rehén
del horizonte más inerte.
Pluma que no vuela.
Putón de mil espadas:
cierra los ojos, aviesa,
que sangre la patraña.