poemas de Ignacio. A Marta.
No quiero ser en tu libro
los versos más bonitos, los más duros,
el premio en tu carrera de poeta.
No quiero ser, jamás, la gran tristeza,
ni el desgarro sublime de tu alcoba,
un no fatal y cíclico,
un imposible,
porque en cada palabra, con su rima,
en cada recoveco del lenguaje,
se esparcirán mis tripas y mi sangre,
un corazón ya roto, rezumante.
No quiero ser "el musa" de un instante.
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No soy profesor de nada,
vivo de enseñar ensueños,
que me persiguen insomnes
en las noches sin mañana.
Esta tarde, sin embargo,
esta tarde tengo ganas,
de darte lecciones largas
de cosas casi olvidadas.
Dibújame en tu cuerpo cien renglones,
una guía imperdible,
un gran circuito,
deja que saque punta a mi lengua-pluma
y te dicte lento versos vivos,
en un lenguaje ciego pero tierno:
el morse de mis besos en tu cuello.
Pero miralo vos che a ignacio..! Que pluma refinada.
ResponderEliminarMarta, dale bola...te quiere bien..!
saludos
El morse de mis besos en tu cuello...................
ResponderEliminarel que pasa, saluda y desaparece.
ResponderEliminarcuidate.