mis pinceles

12.4.09

Desencuentros conmigo misma

Sólo pasan borrachos por mi calle,

esa calle que es mía,

por mi tranquilidad, por mi silencio;
mientras emerge la olor a nostalgia
desde unas botellas casi vacías, pero

llenas de cartas para el horizonte,
llenas de versos que se olvidan
llenas de tristeza amarga e intranquila

como algún mar no demasiado quieto.

Flotan las botellas en el agua,
y los versos, y los sueños;
y yo, me voy engendrando
en el vientre amargo de una piel
no demasiado quieta,
no demasiado.
Tal vez demasiado inquieta,
Como el frío que me abrasa
En esta noche vespertina,

donde un grito me silencia
y un silencio me grita.

1 comentario:

  1. algunos Cielos no los conoces como retornables, entre versos y selvas el siencio nos grita adentrarnos.

    excelente poesía.

    besos volados.

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