Muérdeme en la yugular.
Átame con cuerdas,
bien fuerte.
Arráncame el pelo.
Asfíxiame, si quieres.
Córtame a trocitos
y cómeme.
Reviéntame las entrañas
si así lo deseas.
Pero, por favor,
no me mates con amor.
II
Dejemos los preliminares.
Dejemos pasar estos
tres minutos que aún nos quedan
incompletos. Dejemos
de recordar los abortos,
los suicidios. Dejemos la hierba
para el tabaco,
dejemos la mierda
con sus buenos recuerdos,
los sueños en tardes de domingo.
Dejemos de herirnos.
Sigamos “palante”,
rectilíneos,
hacia la petit mort
de este gemido.
bueno,bueno, bueno
ResponderEliminarabrazo
Precioso.
ResponderEliminarSaludos
la vida es pasion y tu poesia sale desde el corazon, estan llenas de accion y sentimientos, enhorabuena, se feliz
ResponderEliminarHermosísimos tus poemas estaré leyéndolos.Veo en ocasiones que te embarga una pasión muy intensa.
ResponderEliminarLas explosiones nos hacen sentir plenamente la vida,pero en la calma total está el cristal más claro.Ahora que en poesía y letras,todo juega.