Me alegró volver a olerte.
Me alegró saber
que tus ecuaciones inexactas,
llenas de canas y complejos,
son tan humanas como tú.
Me alegró ver que vieses
mi pupila en madurez,
mis pestañas de niña,
mi bata blanca teñida
de pan y esclavitud.
Me alegró saber
que tu ayer
recordaba el presente.
Me alegró obviar la sutileza
de mi alegre soledad.
Un día entré de casualidad a tu mundo y me fascinó un poema que hablaba de Barcelona. Despues de leerlo y relerlo acepté mi poca destreza en el oficio y maldije la suerte que tienes, en el dominio de tu lenguaje interior. Y ahora me vuelve a pasar......lo leo y releo y se que nunca conseguiré escribir nada asi.....
ResponderEliminarNo se si darte las gracias.
Quizá no estaria mal olvidar tu blog y creer que se juntar algunas palabras.
Bahh..eso se lo dirás a todas! ;)
ResponderEliminarPues yo me alegro por ti!
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
Marta:
ResponderEliminarUn gusto leer tus textos poéticos, meditativos y profundos.
Abrazos fraternos en Amistad y poesía verdaderas,
Frank.
aiiii rechonchita mia
ResponderEliminarRechonchita no, rubenesca!
ResponderEliminarEres un planeta inabarcable...
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