Residuos de la desnudez que se esparcen
en la llanura espesa del recuerdo.
Porque os recuerdo, uno a uno, recuerdos.
Recuerdo ese ocaso en el puerto,
esos labios sin nombre,
esas sábanas que envolvían nuestros cuerpos,
esas palabras de niños,
esos sueños,
esos ojos azules de Ángel muerto,
esa infancia viva en nuestros dedos,
ese nido de aguijones,
raíles de trenes siniestros.
En este paisaje desierto
a veces me venís a la memoria
y de vez en cuando os recuerdo
como aves que ensalzan el vuelo
en esta cama baldía,
vacía, tardía
de amores promiscuos y secretos.
El pasado solo trae fantasmas.
ResponderEliminarVuelves a escribir..........
Y te vale dejarnos sin leerte.
Panadera de mi amol!!!
gracias, Antonio. :)
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