Cuenten los minutos a través de un halo de luz.
Cuenten las melodías, los años, los días,
los versos que escriben mis uñas mordidas
en el crepúsculo ferviente de un ataúd.
Sacudan los vientos de la memoria,
oficien de poetas y vagos santos,
que la vida es puro llanto
jactado de vanagloria.
Y llegarán a la conclusión,
con un ápice de remordimiento,
de que alguna vez perderán la razón
por creer que existe el tiempo.
Me gusta.
ResponderEliminarhermoso poema!:-)....es muy interesante....hasta la proxima
ResponderEliminarAl final me he leído uno más, porque me ha llamado la atención el título del poema cogido de Manrique.
ResponderEliminar"que la vida es puro llanto"
¡que tierno y amargo a la vez!
Saludos de nuevo.