He limpiado la habitación
porque olía a recuerdo.
He tirado los ambientadores
de aquellos viejos tiempos.
Y sigue oliendo a ti.
He roto mi alma llena de espejos.
He matado mi cuerpo
en coches, en sofás color rojo carmín.
He vuelto a la vida sin ti.
He vuelto sin marcharme,
llorando sangre dulcemente,
como aquella niña
que una vez mató a una paloma
sin querer. Sin quererte.
¡pum!
dura metralla, pero original, y mejor final..
ResponderEliminarsaludos, buen día!
Es uno de los poemas que más me han llegado desde hace mucho, mucho tiempo.
ResponderEliminarEscribes muy bien y sobre todo, sientes lo que escribes con una fuerza extraordinaria.
Es un verdadero honor leerte.
Besos
Yo tambièn lo he intentado.Y entonces suena el Love Theme y me siento un impostor desaciendòme de aquello a lo que me quiero aferrar,aunque sea por aliviarme.
ResponderEliminarA veces hay que desenfundar!
ResponderEliminarBesos.
Sabes que puede haber gente siendo eso a la vez, desgarrada sin saber porque ni como ni en que puto momento volvi a equivocarme esta ves...
ResponderEliminarTe aseguro que se que se sale de este infierno, pero cada vez me cuesta más salir, y cada vez vuelvo más rota, más desconfiada, más dura e irrascible... acabaré convirtiendome en un poco de todos y un mucho de nadie.