Caladas de humo eterno
en esta habitación sin ventanal,
sin crepúsculo ni pastizal,
sin baúl de los recuerdos.
Caladas de grito y averno.
Paisaje difuso en el canal
de agua turbia, duelo y sal,
de amores fríos en invierno.
¡Oh desidia putrefacta
que te pierdes en ceniceros
cual escudo desangrado!
El corazón late y se retracta
por el cobijo que le da un suelo
al perder su olvido anhelado.
Cada cambio de estética es un cambio de estado de ánimo.
ResponderEliminarSaludos desde el sur:
ese lugar donde van a parar los impuestos- siendo la 5 en renta per cápita no se quien se lo cree-
de los sufridores catalanes.
Saludos..................
interesante y muy bello a la vez
ResponderEliminarmis saludos desde aqui..desde muy lejos
Humo, fiel compañero. ;)
ResponderEliminarBesos.